No
existe una relación de amor en el mundo que no haya sido, en un momento u otro,
sacudida por los celos de uno de la pareja. Es la naturaleza humana y parece casi siempre más fuerte que
nosotros, pero no lo es. Controlar los ataques de celos es más fácil de lo que
piensas y vale la pena el esfuerzo (por el bien de tu salud mental y por el
bien del amor de la pareja...), de lo contrario, puede ser el principio del fin
de una relación.