domingo, 13 de marzo de 2016

Protege al ser humano que hay en ti




Muchas veces, cuando hablamos de la importancia de la generosidad, la primera respuesta es que estamos viviendo tiempos difíciles. Eso es porque la gente asume que la generosidad sólo significa dar a la gente cosas.

El Dalai Lama dijo la famosa frase: "Si quieres que los demás sean felices, practica la compasión. Si quieres ser feliz, practica la compasión." Lo mismo es cierto para la generosidad. La generosidad es la cualidad de ser amable y comprensivo, la voluntad de dar a otras cosas que tienen valor, también a menudo se define como un acto de abnegación. La práctica de la generosidad es un principio de salud mental, y que podría ser la clave para una vida feliz y saludable.




Año tras año, más y más estudios están poniendo de relieve los beneficios de la generosidad, tanto en nuestra salud física y mental. Ser generoso reduce el estrés, promueve la salud física, mejora el propio sentido de propósito, y lucha de forma natural contra la depresión. Todo esto conlleva a tener una vida más duradera y feliz.

Si una vida más larga, menos estresante y más significativa no es suficiente para inspirar a acelerar la práctica de la generosidad, pues tenga en cuenta que la generosidad también promueve una conexión social y mejora las relaciones. Cuando damos a los demás, además de hacer que sientan que están más cerca de nosotros, también nos sentimos más cerca de ellos. Esto es porque  ser generoso y amable nos anima a percibir a los demás con una luz más positiva y fomenta un sentido de comunidad, un sentimiento de interconexión.

Ser generoso también nos hace sentir mejor con nosotros mismos. La generosidad es un constructor de confianza natural y un repelente natural de auto-odio. Centrarnos en lo que estamos y no en lo que estamos recibiendo, nos orientamos más hacia fuera, hacia el mundo, y desplazamos la atención de nosotros mismos.

Pasamos demasiado tiempo escuchando a esa voz interior que critica en nuestras cabezas, que examina todos nuestros movimientos y  nos regaña con pensamientos negativos. Estos pensamientos negativos socavan nuestra confianza y pueden conducir a la auto-sabotaje. Ser generoso nos distrae de esa voz interior. Cuando vemos que alguien más se beneficia de nuestras acciones es difícil que la voz interior argumente que no valemos nada.

Así que te invitamos a reflexionar sobre estas palabras y darle un giro diferente a tu vida. También nos gustaría que compartas esta publicación.




















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